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Los Denver Nuggets se encontraron en una posición que pocos equipos han superado esta temporada, perdiendo por 10 puntos ante los Warriors en el último cuarto en el Chase Center. Pocos equipos han sido mejores para alejar a los oponentes una vez que toman una ventaja tardía que Golden State, pero el miércoles por la noche en San Francisco, los Nuggets pudieron lograr una remontada bastante increíble.
Como suele suceder en Denver, su regreso fue impulsado por Nikola Jokic, quien anotó nueve puntos y cinco asistencias en los últimos siete minutos del juego para ayudar a los Nuggets a encontrar el camino hacia una victoria por 117-116, robándose uno en la carretera.
Después de que una bandeja de contraataque de Monte Morris le dio a Denver una ventaja de 114-113, Stephen Curry pareció desgarrar los corazones de los Nuggets con un balde y uno con poco menos de seis segundos para el final, dando a los Warriors una ventaja de dos puntos mientras Denver avanzaba el balón. hasta el suelo en un tiempo muerto.
Naturalmente, los Nuggets recurrieron a Jokic para hacer la jugada correcta y aprovechó cada segundo posible para abrirse camino a través del carril y una vez que los Warriors colapsaron sobre él, encontró a Morris para los tres ganadores del juego justo antes del timbre.
Jokic terminó el juego con 35 puntos, 17 rebotes y ocho asistencias mientras continúa acumulando estadísticas escandalosas casi todas las noches. Recibió la ayuda de Bryn Forbes, quien anotó 22 puntos desde la banca, así como las grandes canastas tardías de Morris, quien acertó cinco de sus 13 tiros en los últimos dos tiros para que Denver los llevara a la victoria.
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