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Todo lo viejo es nuevo otra vez. Donald Trump asedió al Partido Republicano en parte hablando de tonterías con sus rivales, muchos de los cuales finalmente lo hicieron apestar, incluso aquel cuya esposa Trump llamó fea. Ahora el presidente de un mandato está de vuelta en el trabajo. Todavía tiene que lanzar el sombrero en el ring para 2024, pero ya se está enfocando en la competencia. Es decir, se mantiene al día con el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Fuentes dicho As que Trump -que ya lo ha subtitulado para evitar preguntas sobre el refuerzo con la vacuna que sigue restando importancia pese al batacazo de Omicron- lo asó en privado. DeSantis ha sido un firme favorito entre los votantes republicanos con respecto a los posibles candidatos presidenciales de 2024. Pero Trump dice que no está tan preocupado.
“En el contexto de las elecciones de 2024, generalmente golpea a DeSantis en la nariz en medio de ese tipo de conversación”, dijo una fuente anónima a Axios. “Él dice que DeSantis no tiene carisma personal y tiene una personalidad aburrida”.
Otra fuente le dijo a la publicación que «no hay forma» de que DeSantis sea gobernador sin la ayuda de Trump y que parece desagradecido por el golpe. Según los informes, también está enojado porque DeSantis «no dirá que no correrá» en 2024. «¿Qué pasa? ¿Por qué no dice simplemente que no correrá contra mí?» habría dicho Trump.
Mientras tanto, «otros han dejado lo suficientemente claro que no lo desafiarán», como Nikki Haley, la gobernadora de Dakota del Sur Kristi Noem y los senadores Josh Hawley, Rick Scott, Tim Scott y uno de los sacos de boxeo favoritos de Trump en 2016 convertidos en aduladores, Marco. rubio.
Hay otros posibles rivales presidenciales de 2024 que no han descartado una candidatura, incluido el exsecretario de Estado de Trump, Mike Pompeo, Tom Cotton y Ted Cruz, otro saco de boxeo favorito. Pero dado que a nadie le gusta Cruz, ni siquiera a su estrella de cine favorita, Trump probablemente esté aún menos preocupado por él.
(Mediante As)
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