¿Cómo es el postoperatorio de una otoplastia?

Otoplastia ¿Cómo es el postoperatorio?

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 La otoplastía es una cirugía que busca corregir alteraciones en la forma, posición o proporción de las orejas.

 Comúnmente indicada en casos de orejas prominentes o asimétricas, esta intervención tiene un alto impacto en la percepción estética del rostro, especialmente en pacientes jóvenes.

 Pero más allá de los resultados visibles, una parte fundamental del proceso es el postoperatorio, ya que de él depende, en gran medida, la recuperación y el éxito final del procedimiento.

 El postoperatorio de una otoplastía suele ser bien tolerado por la mayoría de los pacientes. Aun así, implica cuidados específicos que deben seguirse de manera responsable.

 El primer paso es comprender qué esperar en cada etapa de la recuperación, desde las primeras horas hasta las semanas siguientes a la intervención.

¿Qué ocurre en las primeras 24 a 48 horas?

 Una vez finalizada la cirugía, es habitual que el paciente permanezca con un vendaje acolchado que cubre completamente las orejas.

 Este vendaje tiene como objetivo proteger la zona intervenida, evitar movimientos bruscos y ayudar a que los tejidos se acomoden correctamente a la nueva forma.

 Durante las primeras 48 horas posteriores a la otoplastía, puede haber molestias, sensación de tirantez e inflamación leve.

 Estos síntomas son normales y suelen controlarse fácilmente con medicación analgésica recetada por el cirujano.

 Es importante que el paciente no retire el vendaje por su cuenta, ni intente manipular la zona, ya que esto puede alterar el resultado quirúrgico.

Cuidados en la primera semana posterior a la otoplastía

 A los pocos días, el vendaje voluminoso se reemplaza por una vincha elástica que cubre y sostiene las orejas. Esta vincha debe utilizarse durante todo el día por al menos una semana, y luego solo por las noches durante varias semanas más.

 La presión constante de la vincha ayuda a que las orejas se mantengan en la nueva posición sin sufrir tensiones innecesarias.

 Durante este período, el paciente debe evitar actividades físicas intensas, el contacto con deportes de contacto o dormir de costado. Estas recomendaciones tienen como objetivo proteger la zona intervenida, que aún se encuentra en proceso de cicatrización.

 En la mayoría de los casos, los puntos son absorbibles, aunque si se colocaron suturas externas, se retiran en el consultorio a los 7 o 10 días.

¿Cuándo se puede volver a la rutina?

 La reincorporación a la vida cotidiana luego de una otoplastía es rápida. En general, los adultos pueden volver a sus tareas laborales a los 3 o 4 días, siempre que no impliquen esfuerzo físico.

 En el caso de los niños, el regreso a clases puede planificarse al cabo de una semana, considerando también que durante el tiempo de uso de la vincha deberán evitarse juegos que involucren roces o golpes en la cabeza.

 Es fundamental seguir todas las indicaciones del cirujano respecto a la higiene de la zona, aplicación de cremas o antibióticos locales, y controles periódicos.

 Las orejas pueden presentar una leve inflamación por varias semanas, pero en la mayoría de los casos el resultado estético final se aprecia con claridad al mes de la intervención.

Resultados y seguimiento

 Uno de los aspectos más valorados de la otoplastía es que brinda resultados estables y duraderos.

 Siempre que se respeten las indicaciones postoperatorias y no existan condiciones médicas particulares, las orejas mantienen su forma corregida a lo largo del tiempo sin necesidad de nuevas intervenciones.

 También es importante tener en cuenta el componente emocional que acompaña muchas veces este tipo de cirugía.

 Tanto en adolescentes como en adultos, mejorar la forma o posición de las orejas mediante una otoplastía puede tener un impacto positivo en la autoestima, sobre todo si antes existían situaciones de incomodidad, inseguridad o burlas.

Elegir al profesional adecuado

 Como en toda cirugía plástica, contar con un profesional capacitado es clave para garantizar una buena recuperación.

 En el caso de la otoplastía, la elección del cirujano no solo debe basarse en la técnica, sino también en la experiencia con pacientes de distintas edades y en la capacidad de acompañar cada etapa del proceso quirúrgico.

 En este sentido, el Dr. Federico Zapata ha trabajado con numerosos pacientes que buscan mejorar la armonía facial a través de procedimientos funcionales y reconstructivos.

 Su enfoque profesional prioriza tanto la seguridad como la naturalidad de los resultados, con un seguimiento cercano durante todo el proceso postoperatorio.

Una recuperación que suma calidad de vida

 En resumen, la otoplastía es una cirugía de bajo riesgo, con una recuperación progresiva pero rápida. Sus beneficios estéticos, funcionales y emocionales la convierten en una intervención altamente gratificante para quienes buscan mejorar su perfil facial sin alterar la expresión individual.

 Como siempre, informarse correctamente y seguir los cuidados indicados es el primer paso hacia un resultado exitoso y duradero.