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¿Cómo estuvo tu fin de semana? Probablemente no tan productivo como el de Donald Trump. En unas 24 horas, el expresidente a) prometió indultar a los alborotadores encarcelados el 6 de enero, que asaltaron el Capitolio en un intento de derrocar la democracia; b) promovió motines si fuere procesado por los delitos que haya cometido; y c) admitir directamente que quería que el ex vicepresidente Mike Pence «derrocara las elecciones» de 2020. Mientras tanto, todo lo que puede hacer es palear la nieve.
Los comentarios de Trump, que, nuevamente, incluyen la confesión de un crimen que anteriormente trató de enterrar bajo una avalancha de tonterías fraudulentas electorales, han provocado indignación, incluso de amigos como Lindsey Graham. Quizás el rechazo más fuerte provino de Liz Cheney, la republicana tradicional desde hace mucho tiempo (y, no olvidemos, la hija de uno de los conservadores menos respetados en la historia de Estados Unidos), quien casi fue expulsada del partido por atreverse a enfrentarse a Trump. Bueno, todavía no se echa atrás.
Trump usa un lenguaje que sabe que causó la violencia del 6 de enero; sugiere perdonar a los acusados del 6 de enero, algunos de los cuales han sido acusados de conspiración sediciosa; amenaza a los fiscales; y admite que estaba tratando de anular la elección.
Lo haría todo de nuevo si tuviera la oportunidad.
-Liz Cheney (@Liz_Cheney) 31 de enero de 2022
“Trump usa un lenguaje que sabe que causó la violencia del 6 de enero; sugiere perdonar a los acusados del 6 de enero, algunos de los cuales han sido acusados de conspiración sediciosa; amenaza a los fiscales; y admite que estaba tratando de anular la elección «, tuiteó Cheney, y agregó, de manera ominosa:» Lo haría todo de nuevo si tuviera la oportunidad «.
La ira de Cheney no estaba destinada únicamente a Trump. También lo fue para sus compañeros republicanos, la mayoría de los cuales miraron cuando el presidente número 45 y sus secuaces rompieron las normas democráticas y castigaron a los republicanos como ella por no marchar de la mano.
«Los líderes del Partido Republicano se han ofrecido como rehenes de un hombre que admite que intentó ‘derrocar’ una elección presidencial y sugiere que perdonaría a los acusados del 6 de enero, algunos de los cuales han sido acusados de conspiración sediciosa», Cheney dicho el poste de washington. “Soy un conservador constitucional y no reconozco a los de mi partido que han abandonado la Constitución para abrazar a Donald Trump. La historia será su juez. Nunca dejaré de luchar por nuestra república constitucional. No importa qué».
Mientras tanto, los compañeros republicanos de Cheney están ocupados haciendo otras cosas, como demandar a los neonazis que se declararon culpables de poseer pornografía infantil.
(Mediante yahoo! Noticias Y el poste de washington)
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