Makro, una de las cadenas mayoristas más importantes de Argentina, ha confirmado su decisión de retirarse del mercado local.
La noticia, que ha sacudido el sector de retail en el país, implica una serie de desafíos y oportunidades tanto para la empresa como para el mercado argentino.
La salida de Makro de Argentina
Makro ha decidido cerrar sus operaciones en Argentina y ha puesto a la venta sus activos por un valor estimado de 200 millones de dólares.
La cadena mayorista, que forma parte del grupo holandés SHV, ha enfrentado varios desafíos en los últimos meses, incluidos problemas económicos y dificultades para mantenerse competitiva en un mercado cambiante.
Entre las razones citadas para la retirada se encuentran las presiones económicas internas, la alta inflación y las dificultades para operar en un entorno regulatorio complicado.
La empresa ha indicado que la decisión de salir del mercado argentino es parte de una estrategia global para reestructurar y enfocar sus operaciones en mercados más rentables.
Este movimiento forma parte de un ajuste estratégico en el cual Makro busca concentrarse en otras regiones donde puede obtener mayores beneficios y enfrentar menos desafíos operativos.
Venta de sucursales
Makro ha puesto en venta sus 24 sucursales ubicadas en diversas ciudades de Argentina.
Estas tiendas, que han sido un pilar en el mercado mayorista, están en proceso de liquidación, y se espera que la venta de estos activos sea un factor determinante para la empresa en la ejecución de su estrategia de salida.
Los compradores interesados deben tener en cuenta que las sucursales de Makro ofrecen una infraestructura establecida que incluye puntos de venta y almacenes, lo que podría representar una oportunidad importante para otros empresarios del mercado.
El valor total de los activos en venta se estima en 200 millones de dólares, un monto que refleja el tamaño y la importancia de Makro en el mercado mayorista argentino.
La venta también incluirá la transferencia de contratos de arrendamiento y acuerdos con proveedores, lo que representa una oportunidad para los compradores de continuar con una base de clientes establecida y una red de suministros en funcionamiento.
Contexto recesivo
El anuncio de Makro se genera dentro de un contexto recesivo a nivel nacional, que está impactando tanto a los consumidores como a las pequeñas y medianas empresas.
Informes recientes confirmaron que durante los primeros ocho meses de la presidencia de Javier Milei, ya han cerrado más de diez mil PyMEs, afectando a rubros anteriormente fortificados y prevalecientes como la construcción e industria en general.
El índice de producción industrial manufacturero también evidencia este desplome, mostrando una caída de la producción de 20,1% respecto al mismo mes del año pasado, y con un acumulado de enero a junio de este año que presenta una disminución de 16,1% en comparación al del año anterior.
Respecto a la construcción, el Indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) presenta una baja de 35,2% respecto al año pasado.
Competencia y reorganización del mercado
Con la salida de Makro, otras cadenas mayoristas, como Vital, Yaguar, y Diarco, podrían ver una oportunidad para expandir su participación en el mercado.
Estas empresas pueden captar a los clientes que Makro dejará atrás, ofreciendo promociones y ajustando sus estrategias de precios para atraer a consumidores y negocios que dependían de Makro para sus compras al por mayor.
El retiro de Makro también podría tener repercusiones en los precios de productos mayoristas. Con menos jugadores en el mercado, podría haber una reducción en la competencia de precios, llevando a un aumento en los costos para los consumidores.
Además, la salida de Makro podría afectar la disponibilidad de ciertos productos, especialmente aquellos que eran importados o distribuidos exclusivamente por esta cadena.
Impacto en empleados y proveedores
El impacto en los empleados de Makro no puede ser subestimado. Con la venta de los activos de la cadena, muchas personas que trabajaban en las 24 sucursales de la empresa en todo el país se enfrentarán a la incertidumbre laboral.
La absorción de estas sucursales por otras cadenas podría ofrecer oportunidades de reempleo, pero también podría llevar a una reestructuración que afecte a cientos de trabajadores.
Los proveedores de Makro también enfrentarán desafíos con esta retirada. Aquellos que dependían en gran medida de esta cadena para la distribución de sus productos tendrán que buscar nuevas alianzas y canales de venta.
Esto podría abrir la puerta a negociaciones y acuerdos con otras cadenas mayoristas, pero también podría generar tensiones en el proceso de transición.
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