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Las semifinales del Big Ten Tournament tuvieron todo un primer acto el sábado por la tarde. Los Iowa Hawkeyes asumieron la historia del torneo hasta el momento, los Indiana Hoosiers, noveno sembrado, y durante largas partes del juego, parecía que el grupo de Mike Woodson iba a lograr su boleto a la final. Con menos de cinco minutos para el final de la segunda mitad, Indiana se encontró arriba por ocho.
Pero Iowa siguió luchando, y gracias en gran parte a un esfuerzo monstruoso del alero estrella Keegan Murray, pudo recuperar la ventaja con menos de dos minutos para el final y comenzó a extender su ventaja. Aún así, Indiana siempre parecía tener una respuesta cuando la poderosa ofensiva Hawkeye pisaba el acelerador y empataba las cosas en 77 gracias a una bandeja de Xavier Johnson.
Iowa no pidió un tiempo muerto, sino que optó por jugar las cosas. Su posesión fue un poco desconcertada, pero el balón finalmente llegó a las manos del guardia veterano Jordan Bohannon, quien levantó una oración cerca del logo de la mitad de la cancha. El banco debe estar abierto en Indianápolis los sábados por la tarde, porque Bohannon se salió del cristal para darle a los Hawkeyes una victoria de 80-77.
Ahora, Iowa esperará para ver si jugarán contra Michigan State o Purdue en la final del Big Ten Tournament el domingo.
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