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Gregg Popovich ha ganado oficialmente más partidos de temporada regular que cualquier otro entrenador en la historia de la NBA. Los San Antonio Spurs vencieron a los Utah Jazz el viernes por la noche, 104-102, marcando la vez 1.336 que Popovich gana un juego. Con la victoria, rompió un empate que tenía en la cima de la lista con el legendario entrenador Don Nelson y pasó al puesto número 1 de todos los tiempos.
Si bien este es un logro que existe justo en la intersección de la excelencia y la longevidad, cualquiera que haya visto a Gregg Popovich hablar de sí mismo durante más de medio segundo sabe que él odia siendo celebrado. Y a pesar de que todo el mundo lo sabe, Popovich fue acosado por sus jugadores después del partido: después de darle un poco de espacio, Jakob Poeltl lo abrazó y comenzó a saltar, momento en el que todos los demás se unieron.
Popovich sonrió, lo cual es agradable, pero durante su conferencia de prensa posterior al juego, el legendario entrenador de los Spurs dejó en claro que no le gustaba esto y que pagaría mucho.
“Sí, saben cuánto disfruto ese tipo de cosas”, dijo Popovich mientras la sala se reía. «Y voy a traerlos a todos y hacer que cometan suicidios antes del partido de mañana».
Dijo exactamente lo mismo después de que los Spurs le dieron un baño con una botella de agua en el vestidor.
Creo que está bromeando, pero también, no me sorprendería si no lo estuviera.
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