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La transmisión de los Oscar siempre es un imán para la controversia, ya sea que se trate de presentadores conocidos por sus bromas homofóbicas o de una ceremonia plagada de medidas de seguridad incompletas ante una pandemia. El colgajo de este año se trata de una revisión más dramática que nunca. Recientemente se reveló que ocho de las más de dos docenas de trofeos no se transmitirán en vivo. El retroceso ha sido severo, pero ahora empeora.
Como para El reportero de HollywoodTom Fleischman – un mezclador de sonido de larga data que ganó un Oscar por Martin Scorsese Hugo hace una década, renunció a la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas por el controvertido plan del programa. De hecho, si el plan hubiera estado en vigor cuando ganó en 2012, las audiencias de todo el mundo que miraban desde casa no lo habrían visto en vivo. Los dos Oscar sonoros se encuentran entre los trofeos que aún se entregarán durante la ceremonia y luego se transmitirán durante el programa.
El currículum de Fleischman es inmenso, con más de 200 créditos que se remontan al primer largometraje documental de Errol Morris, Gates of Heaven, de 1978. A lo largo de los años, ha trabajado con directores como Jonathan Demme, Brian De Palma, John Sayles, Spike Lee, Susan Seidelman, Noah Baumbach, Ron Howard y más. Además de su victoria en Hugo, ha sido nominado a otros cuatro premios Oscar, incluido el de Warren Beatty. Rojosde Demme El silencio de los corderosy dos más con Scorsese: El aviador y Bandas de Nueva York. También pertenece a la realeza de Hollywood: su madre es Dede Allen, la legendaria e innovadora editora de cine de Bonnie y Clyde, Tarde de perrosy más.
Los otros premios Oscar que se rebajan para la transmisión son el cortometraje documental, la edición de películas, el maquillaje/peinado, la partitura original, el diseño de producción, el cortometraje animado y el cortometraje de acción en vivo.
La transmisión de los Oscar ha estado bajo presión, supuestamente en gran parte por parte de ABC, que la ha transmitido durante mucho tiempo, para reestructurarla en un intento por mejorar los índices de audiencia. El programa del año pasado vio un punto bajo de audiencia de solo 10,4 millones, considerablemente por debajo del pico del programa de 57,25 millones en 1998, cuando Titánico – durante un buen tiempo la película más taquillera jamás realizada, sin ajustar la inflación – se llevó a casa la Mejor Película, entre otros trofeos. Si los espectadores sintonizarán para ver menos, todo mientras ABC y la Academia alienan su talento, es algo que aprenderemos el 27 de marzo, cuando la ceremonia llegue al aire.
(Calle THR)
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